El tradicional “triángulo” en el cruce de rutas donde está emplazado el monolito, un monumento que es símbolo característico de Embalse, ya comenzó a transformarse en una rotonda, para adecuarse al proyecto de pavimentación de las calles colectoras paralelas a la ruta 5 que está en ejecución. El propósito es refuncionalizar y organizar el caótico tránsito vehicular en esa zona céntrica de Embalse.
Si bien con el incremento de movimiento los fines de semana o en temporada alta se hacen aún más evidentes los problemas de transitabilidad, ya es complicado circular por el casco comercial cualquier día de temporada baja. En el nuevo diseño, las calles colectoras (paralelas a la ruta) se transformarán una vez asfaltadas en el conducto de circulación interna.
A muchos embalseños les cuesta todavía imaginarse cómo quedará el nuevo centro, ya que la fisonomía de la localidad cambiará rotundamente.
La obra de nuevo cordón y asfalto es financiada por la Provincia, que contrató a la empresa con ese fin e inició los trabajos en octubre.
Con respecto al monolito, que se transformará en una “rotonda de funcionalización”, el funcionario aseguró que se van a respetar el monumento histórico y el rincón en homenaje a los ex combatientes Malvinas.
“Va a quedar una rotonda de un diámetro de 40 a 50 metros con una ruta de acceso de dos carriles de aproximadamente nueve metros y medio para que circulen dos vehículos en una única dirección”.
La obra –que también prevé el ensanchamiento de la ruta 5 en algunos tramos a su paso por Embalse, se extenderá desde la entrada a Segunda Usina hasta la oficina de la Cámara de Turismo.

“Cuando se termine, va a permitir que tengamos mayor funcionalidad y orden en el tráfico, sobre todo cuando hay turismo que ingresa al valle de Calamuchita pasando por Embalse más el movimiento propio local”, apuntó Cáceres.